martes, 18 de septiembre de 2012

EL VERBO QUE TE DICE TIEMPO & ANCLAJES DE MARGARITA SANTANA DE LA CRUZ




El verbo que te dice tiempo & Anclajes
Margarita Santana de la Cruz
Ed. 23 Escalones, 2011
80 pp.
11 euros

No había leído nada de Margarita Santana (1964). Al parecer El verbo que te dice tiempo es su primer trabajo literario, aunque no es la primera vez que escribe pues es profesora de filosofía en la Universidad de La Laguna.

Lo primero que a vuelapluma me llega como impresión tras haber leído El verbo que te dice tiempo es su frescura, frescura que a veces es muy apreciable por esa costumbre que se repite una y otra vez de usar los puntos suspensivos como si sus palabras quedaran en el aire o quizás como si unos versos y otros estuvieran predestinados a unirse lejos del papel. Otro de los aspectos reseñables es un grado notable de intimismo en su literatura.

El libro está dividido en dos partes que corresponden a dos años distintos, a diferentes momentos de escritura. El verbo que te dice tiempo es del año 2008 y Anclajes lo es del 2009. En la segunda parte encontramos poemas más narrativos e, incluso, un relato.

Lo primero que detecta el lector es que en seguida nos sumergimos en el mundo interior de la poeta. Sus versos rebosan intimidad, palabras susurradas unas veces y gritadas otras tantas. Palabras que desgarran, o que apabullan, difícilmente dan la impresión de dejarte indemne.

A mí me gustan algunos finales como el siguiente (p.13) de frase contundente y cierre que no deja lugar a dudas:

“Como solo están los muertos
aleteando un pasado
que fue”

Los poemas son más bien largos que no cortos, son vehementes, desbordados. A veces alguien podría decir que excesivos (p22):

“Sé que ya no te quiero
de tanto quererte y romperte”

Pero ese exceso tiene un sentido en el contexto y la secuencia en que se leen, en unos sentimientos que cabalgan y se desbordan sin que puedan ser controlados.

Poesía dedicada a ellas. Poesía amorosa que se detecta en cualquiera de los versos y rincones (p.25):
“No habrá flores, no, en nuestra tumba”

A veces alguna huella de canariedad, no en vano la autora es nacida en la Ciudad de la Luz, Las Palmas de Gran Canaria :  El Tarajal (p.31).

Algunos versos que a uno se le van quedando en el bolsillo (p35):

“Miope mirada, ojo nunca cancelado”

Y otro de mis fragmentos favoritos de Anclajes (p.39), un poema sin título:

“No tengo papel, porque el papel es todo
y nada es lo que tengo que decir pese
al hambre de palabras que lo embriaga
todo. Lluéveme el deseo. No dejes
que me seque, frente al papel, sola”

Recuerdos de antaño, recuerdos de infancia, de la madre, incluso de cuando uno no existía (p.41):

“ese vientre
bolsa
marsupial
que  me custodia”

Y, en ocasiones, también versos llevados al erotismo (p.57):

“mi lengua en tus pezones.
Mi lengua hecha marea rompiendo
la hondura, acantilado tus piernas.
Mi lengua cincelando la desnudez
de tus pies…,”

El verbo que te dice tiempo & Anclajes, primera experiencia poética de Margarita Santana de la Cruz. Espero que ella también parta “a la búsqueda de mareas y olas nuevas, por venir” (p.80), señal inequívoca de que tendremos otro libro suyo entre nuestras manos.

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