domingo, 26 de febrero de 2012

TRANSICIONES HACIA JORDI SIERRA I FABRA





Cuatro días de enero

La acción de la novela transcurre entre el lunes 22 de enero y el jueves 26 de enero de 1939, cuando el Gobierno de la República abandona Barcelona y ésta será tomada por las tropas de Franco. En una Barcelona desgobernada, donde ya no queda ninguna autoridad, hay un inspector de policía, Miquel Mascarell, fiel a la República, que intentará descubrir quién ha asesinado brutalmente a una prostituta.
Cuatro días durará la búsqueda del asesino y, en estos días, Miquel Mascarell paseará por una Barcelona devastada, hambrienta y desesperada.
Sobrecogedora.


Siete días de julio

Ocho años y medio después, Miquel Mascarell regresa a Barcelona después de haber sido condenado a muerte, indultado y de haber cumplido la condena en el Valle de los Caídos. Al llegar a Barcelona se aloja en una pensión y recibe un misterioso sobre con una foto, cierta cantidad de dinero y una dirección.
Durante siete días deberá descubrir quién es la mujer de la foto y, a la misma vez, descubrirá la Barcelona de la postguerra: hambre, miedo por un lado y grandes riquezas por el lado de los vencedores: el estraperlo.


Cinco días de octubre

1948. Miquel Mascarell ha rehecho su vida al lado de Patro, una mujer más joven que él y a la que le ha salvado la vida en dos ocasiones. La visita de un hombre en su domicilio para proponerle la investigación de un nuevo y extraño caso, da un vuelco a sus vidas: deberá encontrar la tumba del único sobrino de Benigno Sáez, muerto al comenzar la Guerra Civil.
Pese a las reticencias del ex inspector de policía, de nuevo deberá moverse por las calles de una Barcelona de posguerra e investigar teniendo en cuenta que los testigos ya han fallecido.

Me regalaron Cinco días de Octubre el día de Sant Jordi. No fue una elección muy arriesgada ya que la lectura de Jordi Sierra i Fabra es una de mis favoritas. Lo descubrí con el libro Camarada Orlov y después leí otro montón de novelas no en vano es uno de los escritores más prolíficos y premiados de nuestro país. Ha creado una Fundación en España y otra en Colombia para fomentar la lectura y ayudar a los jóvenes escritores.
Pero cometí el error de leerlo antes que los primeros: no sé si trilogía o saga. Por tanto recomiendo que sean leídos por orden de publicación.
En Cuatro días de enero el autor nos presenta la Barcelona de los últimos días de la Guerra Civil. Una Barcelona desolada, donde la población ya no sabe a qué atenerse. El gobierno de la República abandona la ciudad y la deja a merced de los vencedores: las tropas de Franco.
Miquel Mascarell no ha podido abandonar Barcelona, tal y como han hecho otros compañeros y familiares ya que su mujer, la Quimeta, sufre un cáncer en estado terminal. En medio de toda esta desesperación la población se muere de frío, de hambre, hay mujeres que se prostituyen como medio de conseguir ingresos, el miedo de los que permanecerán en la ciudad porque no se han podido marchar y la incertidumbre de lo que pasará con las personas que no son afines al nuevo régimen. Esa Barcelona donde las tropas de la Republica se nutren de jóvenes mal alimentados, la Quinta del Biberón -“la vida se les caía encima y ellos miraban todo con ojos de no entender por qué. Su mundo se desvanecía” (pág. 19)-. Miquel Mascarell pierde a su hijo en la batalla del Ebro. Es muy emotivo el capitulo donde conoce a Tomàs Abellán, soldado que combatió junto a su hijo y le explica cómo murió, dónde fue enterrado y la carta que le estaba escribiendo a sus padres cuando murió: “fue una bala perdida (…) Ni siquiera sé de dónde vino. Pudo incluso ser de nuestro lado” (pág. 162). Que muertes tan inútiles.
Por otro lado aparecen los burgueses que al inicio de la guerra se van de la ciudad y ahora regresan enarbolando la bandera de lo que realmente eran: fascistas al lado de Franco. Esos mismos burgueses de doble moral: de esposa en casa, misa los domingos y querida para satisfacer sus deseos: “Todos esos tipos de la burguesía catalana, rama católica acérrima, meapilas, poniendo cirios a Dios y velas al diablo” (pág. 176) que se enriquecerán con el estraperlo con el beneplácito de las autoridades del momento.
Y en medio de todo esto, Miquel Mascarell tendrá que descubrir al asesino de Mercedes Expósito.
No tiene desperdicio ninguna de las 284 páginas de la edición de bolsillo que he leído.
En Siete días de julio, todo transcurre entre el domingo 20 de julio y el sábado 26 de julio de 1947. Miquel caminará por las calles de una Barcelona que ya no es la suya. Una Barcelona destrozada, donde el hambre y el miedo recalan hondo en el ánimo de la gente. Sobre todo el miedo. Es espeluznante el episodio donde narra la llegada de Miquel Mascarell a Barcelona en tren desde Madrid; desde la entrada por la plaza de las Glorias hasta la salida de la estación de Francia. He de decir que los que hemos oído estas historias de nuestros padres o de nuestros abuelos no podemos más que sentir rabia. Casualmente leía este libro cuando murió Manuel Fraga y me causó cierto asco pensar que a un ministro del dictador ahora pretendan que lo veamos como un demócrata de toda la vida o que un juez que quiere que se haga justicia con las víctimas de la dictadura sea condenado por los mismos sujetos afines a la ideología del dictador y apartado de la judicatura un 23 de febrero. Paradojas del destino.
He comentado que es importante leer los libros por orden de publicación porque hay algunos personajes que se repiten en las tres novelas o el autor hace referencia a ellos. En los dos primeros hay un nexo común: el asesinato de mujeres que se dedicaban a la prostitución.
En una época donde el hambre era uno de los problemas más acuciantes, muchas chicas se prostituían para poder mantener a toda su familia: ”todas sueñan con un señor de dinero que las retire” (pág. 103).
Y mientras el ex inspector de policía intenta descubrir al asesino de la prostituta, vemos como vivía la gente en la postguerra, lo que leían, las películas de cine que proyectaban. No tiene precio.
Cinco días de octubre transcurre entre el 11 y el 15 de octubre de 1948. En esos mismos días, en Madrid, hay un consejo de guerra para juzgar al grupo de los ochenta por lo que los maquis tendrán relevancia en el relato. Estos hechos están muy bien explicados en los agradecimientos del escritor. Por cierto, en las tres novelas agradece a Francisco González Ledesma sus recuerdos. Recuerdos de todos aquellos supervivientes que les toco vivir en el lado perdedor.
Unos libros muy recomendables para aquellos jóvenes que creen que Franco es un jugador de futbol de primera división y para todos aquellos que creemos que un pueblo que no conoce su historia tiende a repetirla.

Pilar I.

Cuatro días de enero de Jordi Sierra i Fabra, De Bolsillo-Random House Mondadori,2011.
Siete días de julio de Jordi Sierra i Fabra, De Bolsillo-Ramdom House Mondadori, 2011.
Cinco días de octubre de Jordi Sierra i Fabra, Ramdom House Mondadori, 2011.

lunes, 20 de febrero de 2012

ABRIERON LAS VENTANAS DE RAÚL HERNÁNDEZ GARRIDO


Abrieron las ventanas
Raúl Hernández Garrido
Ediciones Irreverentes, 2009
248 pp
15 euros

Ediciones Irreverentes presenta esta primera novela de Raúl Hernández Garrido, un escritor que ya había cultivado otros géneros como el relato y el teatro. También el cine. La presente novela ganó el II Premio Irreverentes de novela.

Es Abrieron las ventanas una novela extraña. Extraña porque abarca diversos géneros y a la vez se difumina en todos ellos. La han denominado novela gótica, de terror, también tiene algo de thriller. Pero no se adapta completamente a ninguno de los géneros.

Es también una novela en la que se encuentran diversas partes y diversos ritmos. El inicio es trepidante. Un terrorista, Santos Valbuena, es conducido a la prisión. Por el camino y, tras un accidente, el preso huye. Esta es una parte de gran movimiento en la que también el narrador describe todo lo que, a gran velocidad, pasa por la mente del asesino. A ratos nos retrotrae al momento del atentado en el que se supone que mueren muchas personas. Luego nos lleva a la espesura de un bosque impenetrable por el que huye sucio, hambriento y arañado. Nos imaginamos un lugar inhóspito que paradójicamente nos llevará a otro lugar muy diferente que al final no será lo que aparentaba. La Mansión.

La primera parte, que ocupa el principio de la novela, da paso a una segunda donde el ritmo decrece. A veces parece que el hilo se pierde porque el segundo tramo de la novela tiene mucho de onírico. Hay muchos juegos de espejos, de atmósferas turbias, de oscuridades y de siniestro.

A continuación aparecen personajes de época. Se inicia una relación con dos chicas que son hermanas. Hay momentos en que Santos tiene la impresión de haber estado siempre en la Mansión. En otras ocasiones todo es cambiante y empieza de nuevo, porque es un territorio en movimiento.

El protagonista pretende atrapar a ambas chicas, Clara y Eloísa, pero poco a poco él será el atrapado como un cazador cazado o la presa en una telaraña.

La trama es circular, parece que no avance, es envolvente sobre el protagonista, pronto el ambiente es asfixiante. A todo ello se añade un cuarto personaje que también proviene del pasado y de cuya historia vamos obteniendo retazos, como ocurrió con el pasado del terrorista Santos. Ese personaje es Juan Domingo Urbieta.

A veces da la impresión de que Santos e Urbieta son la misma persona, en otras son dos facetas del mismo personaje.

En fin, novela con una cierta desestructuración, con mucho de género negro, de thriller psicológico, de novela de época, de cuento gótico. Que cada cual elija la denominación que desee. Abrieron las ventanas, premio Irreverentes.

jueves, 16 de febrero de 2012

22 ESCARABAJOS. ANTOLOGÍA HISPÁNICA DEL CUENTO BEATLE DE VARIOS AUTORES



22 escarabajos. Antología hispánica del cuento Beatle
Edición a cargo de Mario Cuenca Sandoval
Autores:Hipólito G. Navarro, Fernando Iwasaki, Marcelo Figueras, Iban Zaldúa, Salvador Gutiérrez Solís, Maurice Echeverría, Miguel Antonio Chávez, Leopoldo Marechal, Care Santos, Xavier Velasco, Pilar Adón, Javier Fernández, Roberto Valencia, Leonardo Aguirre, Eduardo del Llano, Rodrigo Fresán, Esther García LLovet, Patricia Esteban Erlés, Raúl Pérez Cobo, Mario Cuenca Sandoval, Andrés Neuman y Salvador Luis.
Ed. Páginas de Espuma, 2009
318 pp.
16 euros.


No suelo leer a lo largo del año muchas antologías. Tengo un dicho que expresa mi recelo: Las antologías las carga el diablo. Suele suceder que entre la variedad no siempre es fácil garantizar un equilibrio en interés y calidad. Y aquí encuentro esta Antología hispánica del cuento Beatle, que quizás por lo raro viene a picar mi curiosidad y, como un gato, pico. ¿Y qué me encuentro? 22 relatos de escritores españoles e hispanoamericanos. 22 relatos que tienen como trasfondo los Beatles. Y leo. Y enseguida observo que hay dos tipos de relatos (además de la división inicial que podemos hacer entre los escritos a un lado u otro del charco): los que han sido incluidos en esta antología después de haberse ya publicado, o escrito, y los que han sido escritos especialmente para ella. Difícil papel para el editor, Mario Cuenca Sandoval. Y sin más, tras un prólogo bastante orientador, me encuentro los relatos uno a uno, y, después de leerlos todos, me apercibo de que, en general, me gustan más los que ya estaban escritos antes de pensar en la antología. Pero sobre todo me encuentro ante un relato por el que casi se justifica la antología y que me hace pasar un buen rato. Pero antes de empezar por ellos y, debido a su número, me limitaré a hablar de los que me provocaron algo. Y vuelvo al que considero mejor. Una historia disparatada que llega de la mano de Fernando Iwasaki. Su título es Rock en los Andes. Imaginen que en un pueblo perdido de los Andes, donde aparte de religión católica y costumbres ancestrales poco más conocen. Y ya tienen bastante con los de Sendero Luminoso. Ahora se les ocurre traer ese nuevo lenguaje del diablo que denominan rock. Y ahí se juntan conspiraciones, terrorismo, paranoia, rock, atentados, política y bombas. Y créanme, entenderán el mundo de otro modo tras su lectura. Y reirán. Como yo lo hice.

No lo he dicho pero el libro está dividido en tres partes que sucesivamente se denominan: Yesterday, Beatles postmodernos y Yo soy la morsa. Casualmente, y exceptuando este primero, la mayoría de los que me han gustado están en la última parte.

El siguiente relato está firmado por Eduardo del Llano y se llama The Beatles. En este relato, el autor, que es también el protagonista del mismo, crea toda una sucesión de hechos y toda una teoría para justificarse y convertirse a sí mismo en el protagonista. Para ello los Beatles se convierten en actores secundarios. Un relato sencillo, bien tramado y finalizado.

Otro relato a destacar es el de Rodrigo Fresán que lleva como título una canción de los Beatles, Come Together. En este caso es la historia de una familia que siempre ha sido la protagonista de los acontecimientos históricos. Una familia retratada por el tiempo con un trasfondo inequívocamente beatle. Otra historia redonda.

Esther García Llovet nos plantea un relato más complicado pero bien trazado. Imaginen que alguien encuentra un paralelismo entre la última película de Kubrick, sí esa en que salen Tom Cruise y Nicole Kitman: Eyes wide shut, y la película Help! que protagonizaron los propios Beatles, eso pasando por el hecho de que el propio Kubrick quiso que los cinco de Liverpool protagonizaran una versión de El señor de los anillos que finalmente no se realizó, quien sabe si para bien del cine. Una historia cinematográfica no exenta de jet lag y de asesinato. Su título es precisamente Jet Lag 68.

Otro aconsejable relato es el del propio antólogo Mario Cuenca Sandoval titulado El rodillo de la roca N. Un extraño relato a modo de reportaje periodístico en el que se narra cuando los Beatles conocieron a P. Apostolakis. No sabe uno cuánto hay de relato y cuánto de reportaje periodístico.

También considero destacables los relatos de Care Santos, con historia de terror incluida, y Andrés Neuman.

En definitiva, 22 relatos sobre los cinco de Liverpool. Libro aconsejable para fans y fanáticos. También para curiosos. Y plenamente aconsejable a todos los públicos.

martes, 14 de febrero de 2012

EL GUANCHE EN VENECIA DE JUAN MANUEL GARCÍA RAMOS


El guanche en Venecia
Juan Manuel García Ramos
Artemisa ediciones, 2011
210 pp
19,50 euros


La conquista de Canarias es un episodio de la historia de España no excesivamente conocido. Sobre todo si al hablar de conocimiento no lo hacemos teniendo en cuenta el territorio que se conquistó. Para el resto de españoles peninsulares y de otras islas sigue siendo una historia desconocida. Una historia con héroes y con villanos. Con episodios de verdadera crueldad, a veces con ensañamiento. Uno de estos episodios, el último, es el de la conquista de Tenerife, allá por 1496. Después de haber sufrido una severa derrota en el Barranco de Acentejo, el Adelantado Alonso Fernández de Lugo dispuso un numeroso ejército con la intención de romper la resistencia que los escasos reyes guanches que seguían en guerra podían mostrar. Ello después de haber convencido a unos cuantos de estos reyes para que se unieran a sus planes de conquista. Lo que se llamó el Bando de las Paces. Así llegamos al final del relato, cerca de Aguere -la actual San Cristóbal de la Laguna-. Y la historia terminó con la victoria del ejército español, como no podía ser de otro modo pues era el ejército más poderoso del mundo en ese momento. Poco podían hacer armas de piedra y palo contra arcabuces y cañones. En ese lance final fallece Bencomo, el veterano rey que había llevado a la victoria a los guanches. Y aquí empieza el argumento de El guanche en Venecia que nos brinda Juan Manuel García Ramos que, en un juego ucrónico, nos plantea a modo de crónica la posibilidad de que el rey guanche no muriera. Este guiño a una posibilidad que jamás se dio, guiño me temo -por la dedicatoria que García Ramos hace a Rumeu Armas, estudioso de la Historia de Canarias - que convierte en territorio literario lo que había sido hasta ahora histórico, y territorio para la imaginación y la ficción.

Bencomo es hecho prisionero tras la batalla de Aguere. Fernández de Lugo lo conduce hacia la península con la idea de llevarlo a la Corte de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando. Una vez allí los Reyes Católicos disponen que ni sea ejecutado ni tampoco vendido como esclavo como otros tantos guanches, incluidos los que se rindieron, que acabaron en los mercados de esclavos de Sevilla. Aspectos que denunció en su momento Fray Bartolomé de las Casas antes de hacer lo propio con los indígenas de América, pues no debemos dejar de lado que ambas conquistas suceden al mismo tiempo y hasta cierto punto Canarias es un campo de experimentación para los ejércitos españoles que luego se batieron en América.

En ese estado extraño en el que queda Bencomo, sin posibilidad de regresar a su tierra para comandar a los suyos hacia una nueva revuelta pero también viendo su vida perdonada y hasta con cierta libertad de movimientos, maldice su fortuna y su situación le consume. Los Reyes Católicos le alejan de la Corte y de España y lo envían a Venecia haciendo escala en diversos territorios de Italia. La estancia en Venecia será larga pero no por ello el rey guanche dejará de pensar en su tierra.

García Ramos consigue contar esta historia a modo de crónica, como si de una crónica histórica se tratara, empleando formas arcaicas para hacerla más creíble. Tomar esta forma de narración hay momentos que lastra el desarrollo de la misma pero tiene la ventaja de no plantearse la idoneidad de un discurso más moderno que aquí sirve para que el cronista, uno de los personajes que acompañan a Bencomo, se exprese como un narrador muy cercano, y, a ratos, también protagonista de la historia.

No termina ésta aquí pues todavía se habrán de cruzar dos veces más Bencomo y el Adelantado Fernández de Lugo, evidentemente estos nuevos encuentros no tienen ninguna realidad histórica y son fruto de la fértil imaginación del autor. Estos dos encuentros finales justifican el desenlace de la historia, si bien la misma termina perdiéndose pues el cronista acaba alejado y sin noticias del que fuera, hasta cierto punto, compañero de preocupaciones del rey guanche.

Bencomo es dibujado como un hombre de gran porte - me recuerda a la imagen que de él hay en la plaza de la Candelaria, junto a la basílica. Debía ser un anciano pero se le describe como un hombre alto y corpulento. Un hombre inteligente, justo y hábil en la conversación. En su estancia en Venecia aprende el italiano y se mueve con facilidad en un mundo completamente desconocido. Es pues la imagen positivizada del héroe. Por contra los villanos son el Adelantado Fernández de Lugo y su segunda mujer, Beatriz de Bobadilla. Ambos descritos como personajes excesivos en sus deseos de fama y fortuna. Excesivos hasta la ceguera, tal y como demuestra el episodio en el que el Adelantado y Bencomo confluyen en Venecia, episodio este que por ser de la parte final del libro evito describir por su importancia. Baste decir que la historia dibuja a Fernández de Lugo como un hombre ambicioso. Y no sabemos si el personaje real sucumbió a esta ambición tal y como le ocurre al personaje de la novela.

El otro personaje cuya importancia en la historia va in crescendo es el de la segunda esposa del Adelantado, Beatriz de Bobadilla, mujer de intrigas palaciegas con el rey Fernando y que se ve desterrada de la Corte.

Historia bien tramada, acertadamente bien construida, con un derroche de imaginación histórica aunque llega a ser creíble para aquellos que no conocen la historia real. Es por este motivo que más que una novela histórica nos encontramos con una ucronía, un libro sobre lo que pudo ser pero que jamás fue. El guanche en Venecia.

jueves, 9 de febrero de 2012

LA VIDA DESPUÉS DE MARINA SANMARTÍN PLA


La vida después
Marina Sanmartín Pla
Ed. Baile del sol, 2009
111 pp
10 euros

La vida después es el primer libro de Marina Sanmartín Pla. Marina es conocida en la red gracias a su blog La fallera cósmica por el que ha obtenido algunos galardones. En este primer libro de relatos, y tal como su título avanza, nos presenta la vida en un momento límite, aquel que antecede a una ruptura. Las protagonistas, todas ellas mujeres, ven cómo de una forma irremediable sus relaciones concluyen. De los ocho relatos de este libro parece que la autora se mueve mejor creando historias en donde se ahonda en los orígenes de los conflictos. Por eso parecen más logrados los relatos largos.

Probablemente la que más me ha gustado ha sido Despertar en Sarajevo, una historia a caballo entre dos ciudades ¿Madrid? y Sarajevo. Un profesor universitario y una estudiante y una historia de ¿amor? que adquiere desde su principio una extraña deriva que sólo puede conducir a la monotonía y al abandono. Pocas cosas parece que ambos compartan más allá de Sarajevo y sus historias de la guerra, los escenarios que Eli recorre fotográficamente y que sirven para plantear su trabajo. Y da la impresión de que hay una especie de intercambio. Tú me das sexo y a cambio yo te ayudo en tu trabajo. No parece que R –sólo una inicial sin nombre, como corresponde a alguien que sale de tu vida con rapidez- ejerza una excesiva atracción sobre Eli. Con todos esos elementos es difícil que la historia no concluya como debe concluir.

Otra historia altamente recomendable es La verdad, una historia que me recuerda a una película que vi hace años, Todos los años a la misma hora. En este caso se trata de una mujer casada con Pedro y con un hijo, Rafa, que recibe la visita de un amigo de su padre. Envuelta en una vida monótona acaba acostándose con F –también sólo una inicial- un detective privado que recala en su ciudad para seguir un caso. Se instala en un piso para seguir el encargo de su cliente. Allí mismo se cita con ella cada mes hasta que, transcurrido un cierto tiempo, él ya no aparece. Con la incertidumbre de no tener noticias de F sigue su vida hasta acabar conociendo el final. Triste final en una historia a ratos muy sensible y con un conmovedor desenlace. Bien tramada y bien llevada.

Sólo por estas dos historias que acabo de reseñar vale la pena leer el libro, pero todavía hay algo más, seis más que se inician con la que da título al libro La vida después, en la que da muestras de cómo continúa una vida tras una ruptura. En primera hora de la mañana en Madrid: Rayuela también hay otra ruptura anunciada. El libro de Rayuela es además el pequeño hilo conductor entre este relato y La verdad que se inicia con el gesto de tirar este libro a la basura. Historias que parece concluir pero que proporcionan una continuidad a lo cotidiano.

La bola del ocho es un relato con cuatro personajes en un extraño cuadrilátero en el que hay un niño de por medio y un deseo oculto de una madura mujer que acaba realizándose. Quizá una leyenda urbana convertida en cuento.

Olfato es una historia con un trasfondo terrible, probablemente de maltrato psicológico, tan actual, tan cierto como contundente y una relación podrida que no termina de acabarse.

Influencia del arte y los objetos bien podría llamarse Crónica de una separación anunciada pues desde la primera línea parece entreverse el final.

Historias con protagonistas femeninos, historias que también invitan a la reflexión sobre el motivo de las rupturas, a veces también obligan a pensar en lo adecuado de determinados emparejamientos, y de cómo la vida debe irremediablemente proseguir. Historias desasosegantes que nos recuerdan situaciones vividas y que Marina Sanmartín plasma notablemente bien.

viernes, 3 de febrero de 2012

CASA DE AIRE DE FRANCISCO CENAMOR


Casa de aire
Francisco Cenamor
Amargord ediciones, 2009
81 pp
8 euros

Francisco Cenamor es un poeta bastante conocido en internet gracias a su blog Asamblea de palabras en el que mantiene la noble tarea de dar a conocer o citar a otros autores y, al mismo tiempo, publicitar certámenes literarios para general conocimiento de los lectores y creadores. También es un poeta con diversos libros publicados o sea que Casa de aire se inscribe dentro del proceso de avance, de desarrollo, de investigación del autor quizá empeñado en encontrar la voz que le defina. Eso que, a la postre, es lo que diferencia a un autor de otro. Y Casa de aire es un libro que contiene a su vez distintos libros, distintas visiones expresadas en diversas partes. Es un libro de certezas cotidianas. Contiene un prólogo en el que Muhsin-Al-Ramli escribe precisamente de esas diversas partes y del porqué de esa división. La primera, Casa de aire propiamente dicha, habla de la vida cotidiana de una mujer en diversas imágenes o fragmentos. Una segunda en la que el cine tiene un papel protagonista, Ríos de gente. Y la tercera, Última función, en la que parecemos asistir a la representación de la propia vida.

En la primera parte sobresale la reiteración de algunas palabras que pueden dar muestra del tono de la misma: golpe, caer, dolor, vacío, daño. Versos escuetos, como en todo el poemario, pero a la vez reveladores. Versos contundentes, versos que contienen verdades cotidianas comunes entre nuestras vidas. Son composiciones en donde los cierres suelen ser muy llamativos.

“La noche

es propicia

para el golpe” (p.15)

O también (p.19):

“No era tan fácil

llegar y no ser nada”

O (p.21):

“Tu nueva casa de aire

te atrapa.

Nada cabe en ella”

O (p.24):

“De suspiros

se llena tu casa.

Tan grande. Tan vacía”

Y hay dureza, la dureza que adivina una historia, una vida, una realidad tan confusa como real, tan aparentemente común como demuestran las noticias de los telediarios, día tras día (p.39):

“Doña Bolsas

de los niños que te siguen.

Hechicera

del olor de otros.

Madre de raídos peluches.

Y de siete muñecas rotas”

Y el fin del último poema, de esta primera parte, anuncia como artificio la siguiente, Ríos de gente, mediante la reiteración de las palabras. Segunda parte que no se divide en números romanos sino en fragmentos horarios de lo que sucede en la vida, como secuencias de la misma separadas por horas, minutos y segundos. Monotonía de relatos fílmicos de la vida con una clara vocación de mostrar la realidad como una cámara. Hay descripción de hechos, conversaciones y crueldad expresada en pocas palabras (p.52):

“-El otro día. Un infarto. Al menos no sufrió.

Siempre hay algún tendero que te cuela una fruta podrida”

Hechos luctuosos y hechos cotidianos como parte de una misma realidad que no diferencia, que es transmitida con nitidez, con objetividad del mismo modo, sin distinguir, porque esos mismos hechos se entremezclan en nuestras vidas. Podredumbre y mortandad.

La parte final, Última función, es mucha más breve. Dividida como una comedia en cinco únicos actos. Aquí el autor no establece ningún nexo de unión con la anterior. El teatro de la vida y el propio espectáculo son ya una misma cosa. Quizá porque la línea que va uniendo las partes –la vida, la cotidianidad, la monotonía- forma un único núcleo que puede ser visto de diversas maneras. Casa de aire, Francisco Cenamor.