jueves, 18 de noviembre de 2010

BREVE HISTORIA DEL CULO DE JEAN-LUC HENNING




Breve historia del culo
Jean-Luc Henning
Traducción de José Miguel González Marcén
Principal de los Libros, 2010
237 pp
19 euros

Da la impresión que escribir un libro con el título de Breve historia del culo estuviera destinado desde un primer momento a provocar el morbo y el escándalo. No sé si ése era el propósito del escritor Jean-Luc Henning a la hora de pensarlo. Si Ramón Gómez de la Serna fue capaz de escribir uno con el título de Senos en 1917 y más recientemente Juan Manuel de Prada se atrevió asimismo a hacerlo con Coños, en 1994, parece que sólo faltaba intentarlo ahora con los traseros. Y puede también dar la impresión de que el libro pretende provocar la hilaridad del lector, y no digo que en algún momento no lo consiga, aunque no sea el fin principal, porque Breve historia del culo es en sí mismo un tratado serio sobre las posaderas, si es que acaso la jovialidad de esta parte del cuerpo puede invitar a seriedad alguna.

Para comenzar detengámonos en la cantidad de frases que usamos y que aluden a nuestras nalgas: perder el culo, besar el culo, partirse el culo, ser un culo de mal asiento, tener la vista en el culo, patear el culo, tener el gusto en el culo, ser feo como un culo, tener cara de culo, ser un tonto del culo, tener la flor en el culo, etc … Puede ser que una parte tan enunciada y de tal riqueza léxica y expresiva mereciera un tratado. Ahora preguntémonos por qué muchas de estas expresiones y frases hechas tienen un significado peyorativo. Quizá es que nuestro pensamiento está teñido del pensamiento de los que nos precedieron. La religión cristiana consideraba el culo la cara del diablo. Durante nuestra evolución humana nos hemos esforzado en ocultar esta parte del cuerpo. También le hemos otorgado un significado erótico, incluso lo hemos convertido en la puerta trasera de la copulación. Muchas de estas anécdotas las encontraremos en el libro de Henning. Información y cuestiones que seguro que jamás nos hemos planteado.

Breve historia del culo es un tratado sobre nuestras posaderas. Habla de esta parte de nuestra anatomía desde muchos y diversos puntos de vista: artísticos, biológicos, históricos, religiosos, publicitarios, etc… Uno encontrará un verdadero epítome de lo que a asuntos culeros se refiere.


Vamos a tratar de ver algunos ejemplos alusivos. Es ilustrativo el propio inicio del libro:
“El culo data de la más remota antigüedad.” (p.9). Qué verdad más absoluta y universal. Y desde ese inicio nos sigue a todas partes.

“De las 193 especies vivientes de primates, solamente la especie humana posee unas nalgas hemisféricas que son permanentemente salientes” (p.9)

A su vez descubrimos una interesante afirmación: “el culo del hombre tendría su origen en la erupción del cerebro” (p.10)

Lutero espantaba al diablo, pues tenía de él visiones muy a menudo, gritándole: ¡Chúpame el culo! (p.26) y a su vez “ el diablo confesaba a las brujas (y a los brujos) sus pecados inmundos de castidad y hacía que besasen su ano, como señal de pleitesía” (p.27), incluso Rabelais “habría propuesto al sumo pontífice besarle la cara de detrás, con la condición que estuviera bien lavada” (p.30).

Durante el siglo XVI uno de los géneros literarios más cultivados fue el blasón erótico, en él se podía alabar o denigrar tanto como se quisiera. Algunos de ellos están dedicados a tal insigne parte del cuerpo (p.35-41).

No voy a extenderme en más ejemplos que son muy ilustrativos y que seguramente cada lector descubrirá y preferirá según sus propios gustos.

A la finalización del libro se me han ocurrido un par de objeciones al mismo que el lector también puede tomar como consejos. En primer lugar, y dada la gran cantidad de referencias artísticas a cuadros, hubiera sido una gran idea que el libro se hubiera ilustrado. Al no ser así recomiendo al lector que coja un ordenador, se conecte a internet y que haga un recorrido por la evolución artística del culo a través de la pintura pues encontrará en el libro el nombre de pinturas y sus autores. Será un recorrido sumamente interesante. Asimismo, y puesto que el universo cultural del autor es básicamente francés, se echa de menos una adaptación de dicha fraseología al castellano. El que firma esta reseña ha hecho un pequeño intento inicial que seguro que podrá ser completado fácilmente por el lector.

En fin, no se me puede ocurrir mejor razón para perder el culo que comprar y leer este tratado sobre las posaderas.

4 comentarios:

  1. ¡Muy buena esta reseña, Luis!

    Un abrazo.

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  2. ¿Para cuando se podrá descargar?

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  3. Anónimo: Puedes preguntarlo en la página de la Editorial, Principal de los libros. Quizá tengan previsto el formato digital.

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