jueves, 25 de noviembre de 2010

ORGULLO Y PREJUCIO Y ZOMBIS DE JANE AUSTEN Y SETH GRAHAME-SMITH


Orgullo y prejuicio y zombis
Jane Austen y Seth Grahame-Smith
Traducción de Camila Batlles Vinn
Ed. Umbriel, 2009
381 pp.
16 euros


Orgullo y prejuicio fue escrito por Jane Austen en 1796 y publicada en 1813 de manera anónima y considerada como unos de los grandes clásicos de la literatura inglesa.


El argumento de Orgullo y prejuicio sería la historia de la familia Bennet, una familia burguesa alocada y arruinada, que tiene cinco hijas casaderas y cuya madre, una mujer bastante vulgar e histérica, hará lo imposible para que hagan un buen matrimonio, a ser posible con un hombre rico. Viven en una pequeña y tranquila localidad inglesa, Meryton, muy cerca de Londres. El problema comienza cuando se aloja en la localidad el Sr. Bingley, joven apuesto y adinerado, que vendrá acompañado de sus hermanas, su cuñado y su amigo, el Sr. Darcy, un hombre tan orgulloso y recto como guapo y rico. El Sr. Bingley se enamora de Jane, la mayor de las hermanas Bennet, y el Sr. Darcy se enamorará de Elisabeth. Tanto el Sr. Darcy como Elisabeth Bennet tendrán que luchar contra el orgullo de él y los prejuicios de ella para con él. Y en toda la trama aparecerán personajes muy interesantes que dan una idea de cómo se vivía en la Inglaterra durante el reinado de Jorge III.


Seth Grahame-Smith publicó Orgullo y prejuicio y zombis en el 2009. En él combina la extraordinaria novela de Jane Austen con zombis que devoran a seres humanos para comerles el cerebro. En ella, las hermanas Bennet lucharán contra los innombrables o zombis siguiendo las técnicas aprendidas bajo la tutela del maestro Liu en el templo de Shaolin en la provincia de Henan.


El primer capítulo de Orgullo y prejuicio comienza: “Es una verdad universalmente reconocida que un hombre soltero y rico necesita tomar esposa”. (1)


Así comienza Orgullo y prejuicio y zombis: “Es una verdad universalmente reconocida que un zombi que tiene cerebro necesita más cerebros”.


En esa época la mujer debía ser educada para el matrimonio y la maternidad. Instruirse en las doctrinas morales y enfocar la educación hacia las tareas propiamente femeninas: la religión y los talentos (música, canto, baile, bordados…), y apartándolas de otros conocimientos que podrían provocar que la mujer fuese poco atractiva para los hombres. Jane Austen prefiere una educación más liberal para la mujer sin tener en cuenta todos estos talentos.


En el capítulo 8 de Orgullo y prejuicio podemos encontrar el siguiente párrafo: "Una mujer debe tener un conocimiento completo de música, canto, dibujo, baile y lenguas modernas para merecer el calificativo (talentosa); y, además, ha de tener un cierto no sé qué en su aire, en su manera de andar, en el tono de su voz, en su trato y en sus expresiones, sin lo cual el dictado sólo es merecido a medias.”


En el mismo capítulo 8 pero de Orgullo y prejuicio y zombis, el párrafo sería el siguiente: “Una mujer debe poseer buenos conocimientos de música, canto, baile y lenguas modernas; debe estar perfectamente adiestrada en los estilos de combate de los maestros de Kyoto y en las tácticas y armas europeas modernas. Además, debe poseer cierta cualidad en su aire y modo de caminar, el tono de su voz, su forma de hablar y expresarse, para poder considerarla una mujer instruida”.


Orgullo y prejuicio y zombis es una novela realmente entretenida, muy interesante para que los jóvenes entren en contacto con los clásicos de la literatura que, en condiciones normales, no leerían. Aunque lo divertido es haber leído primero Orgullo y prejuicio de Jane Austen y después leer Orgullo y prejuicio y zombis y buscar las diferencias, como en las viñetas de los periódicos.


Los personajes secundarios de la obra -que son tan importantes como las protagonistas por su riqueza de matices: el Sr. Collins, Lady Catherine De Bourgh, el Sr. Bennet, los tíos de las señoritas Bennet, los oficiales del ejército, etc - en Orgullo y prejuicio y zombis son extraordinarios. Por ejemplo, Lady Catherine, aparte de tener el talento de ser extremadamente rica, ha matado más innombrables que cualquier persona que viva en Inglaterra.


Las vicisitudes que viven las protagonistas van acompañadas de los peligros que encontrarán en sus paseos, bailes, etc, al encontrarse con los muertos vivientes.
El libro contiene unas espléndidas ilustraciones de los zombis realizadas por Philip Smiley y al final de la obra hay una guía de debate para los lectores curiosa de realizar.

Si quieren disfrutar de una lectura entretenida no dejen de leer Orgullo y prejuicio y zombis de Jane Austen y Seth Grahame-Smith.


Pilar I.


(1) Todas las citas están sacadas de la edición Más fuerte que el orgullo (Orgullo y prejuicio). Edición de 1944 (2ª edición) de M. Arimany, Ed. (Barcelona). Traducción del inglés por R. Berenguer).

jueves, 18 de noviembre de 2010

BREVE HISTORIA DEL CULO DE JEAN-LUC HENNING




Breve historia del culo
Jean-Luc Henning
Traducción de José Miguel González Marcén
Principal de los Libros, 2010
237 pp
19 euros

Da la impresión que escribir un libro con el título de Breve historia del culo estuviera destinado desde un primer momento a provocar el morbo y el escándalo. No sé si ése era el propósito del escritor Jean-Luc Henning a la hora de pensarlo. Si Ramón Gómez de la Serna fue capaz de escribir uno con el título de Senos en 1917 y más recientemente Juan Manuel de Prada se atrevió asimismo a hacerlo con Coños, en 1994, parece que sólo faltaba intentarlo ahora con los traseros. Y puede también dar la impresión de que el libro pretende provocar la hilaridad del lector, y no digo que en algún momento no lo consiga, aunque no sea el fin principal, porque Breve historia del culo es en sí mismo un tratado serio sobre las posaderas, si es que acaso la jovialidad de esta parte del cuerpo puede invitar a seriedad alguna.

Para comenzar detengámonos en la cantidad de frases que usamos y que aluden a nuestras nalgas: perder el culo, besar el culo, partirse el culo, ser un culo de mal asiento, tener la vista en el culo, patear el culo, tener el gusto en el culo, ser feo como un culo, tener cara de culo, ser un tonto del culo, tener la flor en el culo, etc … Puede ser que una parte tan enunciada y de tal riqueza léxica y expresiva mereciera un tratado. Ahora preguntémonos por qué muchas de estas expresiones y frases hechas tienen un significado peyorativo. Quizá es que nuestro pensamiento está teñido del pensamiento de los que nos precedieron. La religión cristiana consideraba el culo la cara del diablo. Durante nuestra evolución humana nos hemos esforzado en ocultar esta parte del cuerpo. También le hemos otorgado un significado erótico, incluso lo hemos convertido en la puerta trasera de la copulación. Muchas de estas anécdotas las encontraremos en el libro de Henning. Información y cuestiones que seguro que jamás nos hemos planteado.

Breve historia del culo es un tratado sobre nuestras posaderas. Habla de esta parte de nuestra anatomía desde muchos y diversos puntos de vista: artísticos, biológicos, históricos, religiosos, publicitarios, etc… Uno encontrará un verdadero epítome de lo que a asuntos culeros se refiere.


Vamos a tratar de ver algunos ejemplos alusivos. Es ilustrativo el propio inicio del libro:
“El culo data de la más remota antigüedad.” (p.9). Qué verdad más absoluta y universal. Y desde ese inicio nos sigue a todas partes.

“De las 193 especies vivientes de primates, solamente la especie humana posee unas nalgas hemisféricas que son permanentemente salientes” (p.9)

A su vez descubrimos una interesante afirmación: “el culo del hombre tendría su origen en la erupción del cerebro” (p.10)

Lutero espantaba al diablo, pues tenía de él visiones muy a menudo, gritándole: ¡Chúpame el culo! (p.26) y a su vez “ el diablo confesaba a las brujas (y a los brujos) sus pecados inmundos de castidad y hacía que besasen su ano, como señal de pleitesía” (p.27), incluso Rabelais “habría propuesto al sumo pontífice besarle la cara de detrás, con la condición que estuviera bien lavada” (p.30).

Durante el siglo XVI uno de los géneros literarios más cultivados fue el blasón erótico, en él se podía alabar o denigrar tanto como se quisiera. Algunos de ellos están dedicados a tal insigne parte del cuerpo (p.35-41).

No voy a extenderme en más ejemplos que son muy ilustrativos y que seguramente cada lector descubrirá y preferirá según sus propios gustos.

A la finalización del libro se me han ocurrido un par de objeciones al mismo que el lector también puede tomar como consejos. En primer lugar, y dada la gran cantidad de referencias artísticas a cuadros, hubiera sido una gran idea que el libro se hubiera ilustrado. Al no ser así recomiendo al lector que coja un ordenador, se conecte a internet y que haga un recorrido por la evolución artística del culo a través de la pintura pues encontrará en el libro el nombre de pinturas y sus autores. Será un recorrido sumamente interesante. Asimismo, y puesto que el universo cultural del autor es básicamente francés, se echa de menos una adaptación de dicha fraseología al castellano. El que firma esta reseña ha hecho un pequeño intento inicial que seguro que podrá ser completado fácilmente por el lector.

En fin, no se me puede ocurrir mejor razón para perder el culo que comprar y leer este tratado sobre las posaderas.

martes, 9 de noviembre de 2010

LA HIJA DEL OPTIMISTA DE EUDORA WELTY


La hija del optimista
Eudora Welty
Traducción de José C. Vales
Ed. Impedimenta, 2009.
222 pp
19 euros



La hija del optimista de Eudora Welty, premio Pulitzer en 1972, es una novela contada como si fuera un cuento. Todo transcurre en el sur de los Estados Unidos. Laurel McKelva es una mujer de mediana edad, viuda de guerra, hija del juez McKelva, hombre bondadoso que, habiéndose quedado viudo unos años antes, decide casarse con Fay, mujer egocéntrica, mimada, consentida y más joven que su hija. El juez se ha de someter a una intervención quirúrgica y muere unos días después, en pleno carnaval de Nueva Orleans. Ambas mujeres llevan al juez a su hogar paterno en Mount Salus y, habiendo desaparecido el nexo que las unía, aparecen las diferencias de caracteres. En el funeral del juez, el pueblo se vuelca en Laurel dando de lado a la joven viuda por lo que esta decide marcharse con su familia para reponerse del duro golpe y volver con posterioridad a tomar posesión de la casa del juez.


La hija del optimista es una novela sorprendente. Lo que parece un cuento de hadas acaba siendo un cuento donde ni todos los buenos son tan buenos ni los malos tan malos. Es un viaje retrospectivo en la vida de una mujer que se reencontrará con su niñez, la vida con sus padres, su matrimonio con Phil y la fuerza que obtendrá para seguir a delante.
Muy recomendable su lectura.


Pilar I.