lunes, 10 de mayo de 2010

RAPSODIA GOURMET DE MURIEL BARBERY




Rapsodia gourmet
Muriel Barbery
Ed. Seix Barral, 2010(primera edición, 2002)
Traductor: Isabel González-Gallarza
182 páginas
15 euros


En la calle Grenelle número 7 de París vive un importante crítico gastronómico, capaz de encumbrar o destruir a cualquiera de los chefs más importantes del mundo. Pero se muere. Tiene una grave enfermedad y el médico le da pocas horas de vida. En estas pocas horas y en su postración en la cama, Pierre Arthens revive desesperadamente aquellos sabores que le han provocado un auténtico placer a lo largo de su vida: los tomates del huerto, sashimis preparados por el mejor cocinero de Japón, el pan, helados, etc.


Es la primera novela de Muriel Barbery, la autora de La elegancia del erizo, que ya fue editada en el año 2002 con el nombre de Una golosina.. De hecho, reconocemos a varios de los personajes de esta novela, como por ejemplo la portera, la señora Renée Michel.


En Rapsodia Gourmet, la autora va intercalando en los capítulos los recuerdos del señor Pierre Arthens con las opiniones que de él tienen las personas que le conocen: la mujer, los hijos, la portera del inmueble, los vecinos y hasta su gato.


Con la lectura de la novela se van despertando los sentidos del gusto y del olfato. Se alteran las papilas gustativas de tal manera que desearías comer sashimi o una tostada. Nos podemos imaginar el olor del tomate recién cogido de la mata antes de darle un mordisco.


Es una novela escrita con mucha elegancia y una gran sensibilidad, igual que la primera novela de la autora que se publicó en España, La elegancia del erizo. En ambas los personajes son realmente curiosos: la portera de La elegancia del erizo es una mujer profundamente culta que oculta su inteligencia y su sabiduría para sobrevivir en un inmueble de ricos. La descubrirá una adolescente y un nuevo inquilino japonés que curiosamente comprará el piso donde vivía Pierre Arthens a su muerte . En esta novela es este vecino antes de morir, que ha sido a lo largo de su vida un hombre realmente cruel no sólo con los chefs sino con su propia familia (de hecho sólo quiere a su perro y a su gato).


Es curioso que en ambas novelas aparece la gastronomía japonesa. En Rapsodia gourmet una de sus evocaciones es comer sashimi preparado cuidadosamente por un cocinero nipón mientras que en La elegancia del erizo el nuevo vecino japonés invita a Renée, la portera, a cenar pescado crudo en un excelente restaurante de comida de su país.


Es un libro muy recomendable, sobretodo para aquellos lectores que disfrutaron con La elegancia del erizo.

Pilar I.

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