jueves, 27 de agosto de 2009

ENTREVISTA A ESTHER BENDAHAN


La Esfera de los libros nos presenta El secreto de la reina persa, un libro muy bello tanto interna como externamente. Un libro cuidado de los que gustan visualmente y que acompaña un texto con pasajes de gran delicadeza formal.Su autora es Esther Bendahan.

Sabiendo de su interés en dar a conocer la cultura judía,¿Es el personaje bíblico de Esther la mejor manera de hacerlo? ¿Y por qué elegir un personaje tan alejado de nosotros en el tiempo?

Cuando empiezo un libro, olvido mis intereses y me centro en lo que pide el libro. Claro que la cultura judía forma parte de mi vida y por eso aparece. A pesar de la distancia temporal, el personaje forma parte de mi actualidad, cada año leo de una forma u otra ese libro que tiene mucho de actual. Tanto por el tema de la mujer como por la discriminación hacia los otros.

¿No es la historia de Esther una de aquellas historias como la espada de Damocles?

La historia de Esther permite comprender el filo de varias espadas…

En el libro hay diversos pasajes, cartas en las que se utiliza un lenguaje muy arcaizante. ¿Era necesario recurrir a ellos para contar la historia?

Son textos originales, por eso los dejé como los tenía en el original de donde los conseguí, para no desvirtuar su sentido.

¿Cómo ha sido el proceso de documentación de un personaje como Esther, de cuya vida no se deben encontrar muchos documentos a parte de la propia Biblia?¿Ha planteado dificultad encontrar otros textos y acceder a ellos?

Ha sido interesante. El libro de Esther habla del azar y es asi como llegué a muchos documentos.

Da la impresión de que desde hace un tiempo está de moda la novela histórica, ¿esta incursión suya en este género tendrá continuidad?

Creo que si, ya que permite a personas que no les interesa tanto la ficción darse una excusa para leer una novela que les enseñe algo y les divierta.

¿No cree que algunas de las historias auxiliares del libro, la del eunuco, la huida de Jerusalem, la de Mordejai, la del escriba, etc, ralentizan un tanto el desarrollo del mismo?

Los personajes secundarios me han interesado mucho, sobre todo el eunuco, permiten profundizar en la historia, tal vez no contribuyen a la acción pero sí al conocimiento.

¿No es el personaje del rey el de un gobernando desdibujado y que da la impresión de que no sabe afrontar los problemas sin sus consejeros?

Ese rey representa un mal sin sentido. Por eso se presenta desdibujado, sin verdadera voluntad que es lo mas trágico.

En el libro la historia de amor entre Esther y el rey no llega a desarrollarse, queda un poco en suspenso debido al decreto que se cierne sobre los judíos de Persia. Hay quien puede pensar que en el libro le falta el fin de esa historia de amor.

El amor es frágil. En el caso de ellos por motivos que van apareciendo y que Esther descubre al final de la historia, su amor desaparece.

¿Tiene el libro una doble lectura? Es decir, ¿pretende hacer algún paralelismo con la situación actual de los judíos en el mundo?

Sí, claro. De alguna manera hay un paralelismo con el Iran actual.

Muchas gracias, Esther, por su atención al responder estas preguntas.

miércoles, 26 de agosto de 2009

ENTREVISTA A FRANCISCO PALACIOS CHAVES


Francisco Palacios Chaves es el autor de Juan Cacho o un cacho de Juan. Nos citamos con él en un bar conocido, Dos Tercios del Quinto, para hablar de su libro.


¿De qué manera nace el personaje de Juan Cacho?¿Es tu alter ego?¿Se parece a ti?


Juan Cacho nació al principio siendo un detective privado de poca monta, un buscavidas al que le caía un trabajo de casualidad. Pero cuando llevaba 40 páginas escritas, el personaje y la acción se pararon en seco; no era capaz de hacerle moverse ni de hacerle hablar como yo quería. Juan Cacho se quedó plantado en medio de un pasillo, con los brazos en jarras, mirándome a los ojos y gritándome que así no íbamos a ninguna parte. Así que desandé lo andado y cambié por completo el planteamiento de la novela. Me decidí a escribir de lo que conocía, de las situaciones que podía controlar, de lo que me era cotidiano. Y a partir de ahí Cacho se dejó hacer, y me fue guiando todo el camino.No es exactamente mi alter ego, pero tiene muchas cosas de mí; los que me conocen me identifican con Cacho. Los dos somos licenciados en Matemáticas, los dos dimos clases en una academia, los dos tenemos una madre que habla por los codos, aunque determinados aspectos de su personalidad me son ajenos por completo, como su éxito con las mujeres o sus alocadas teorías matemáticas. Pero sí, se parece a mi bastante. Podríamos pasar por familiares sin problema.


¿Cuáles son tus referentes literarios?


No tengo unos referentes literarios concretos; me gusta mucho el humor, ya sea escrito, en cine o en televisión, y esos sí que pueden ser mis referentes. Me gusta las elegancia de Woody Allen, el cinismo de Groucho Marx y el absurdo de los Monty Python. Quizás esos sean mis referentes. Algunos amigos me han comparado con Sharpe o Eduardo Mendoza, pero se encontraban en un lamentable estado de embriaguez.



¿Piensas que la literatura humorística es un género menor?


En absoluto. Hacer reir es muy complicado, y hacerlo en un libro lo es aún más, puesto que no podemos ver la mueca, el tropezón o el tartazo en la cara. No creo que ningún género literario sea menor; merece mi más profundos respetos hasta el que escribe las etiquetas de los champús. Nadie podría decir que el terror es un género menor sin menospreciar a Poe, o que lo es la ciencia ficción sin tirar por los suelos a Bradbury. Crear necesita de un esfuerzo intelectual y físico, y todos merecen respeto. Otra cuestión es si se produce algo de calidad o no es más que un producto de marketing... pero esa es otra historia.


¿Cuál es tu concepción literaria?


Para mí la literatura es muchas cosas a la vez: es un divertimento, me lo paso muy bien escribiendo y leyendo, sobre todo cuando escribo. Es una manera de evadirse, de escapar de la rutina diaria, aunque a veces nos meta de lleno en las rutinas diarias de otros. Y creo que debe escribirse para la gente, contar historias que emocionen al lector, que lo enganchen, que se olviden de que van en el bus o en el metro mientras tengan ese libro abierto. Creo que se deben escribir historias que sean cercanas al que las va a leer, aunque la acción transcurra en la galaxia Omicrón Persey 8 o en un templo cátaro; sea donde sea y cuando sea, el ser humano y sus pasiones, vilezas y grandezas son intemporales.Lo que me apena un poco de la literatura de hoy en día es que se pueden llenar las estanterías de una librería con la obra de un cualquiera, cuyo único bagaje es haber salido en la tele puteando a Periquito de los Palotes, o haber enseñado las tetas en el Interviú. Para esos no hay problemas a la hora de buscar un editor. Y hay muchísima gente que escribe textos de calidad que no los ven salir a la luz.


¿Por qué en un momento determinado la novela cambia de rumbo?


Ese cambio de rumbo en la novela estaba destinado a estar más al principio, y no donde lo está ahora. Fueron los propios personajes los que me hicieron atrasarlo un poco, los que me decían "Espera, espera, un poco más". Y ellos mandan. Ese giro es el núcleo de la novela, el suceso que marca las vidas de sus personajes, al menos en esa franja de tiempo en la que transcurre, y que nos hace ver aspectos que en otras circunstancias no descubriríamos. Intento que sea un giro inesperado, algo que deje al lector totalmente despistado y que le haga seguir y no parar de pasar páginas.



¿Te consideras un escritor de brújula o de mapa?


Creo que cada uno escribe como vive; soy un tipo bastante desordenado y caótico. Y no podría escribir siguiendo un mapa; me sentiría encasillado, encerrado. Prefiero saber de donde salgo y adonde quiero llegar; el resto del camino lo iré descubriendo a cada paso. No es que me marque un punto de salida y una meta; tengo entre ambos más puntos colocados, pero no tengo ni puñetera idea de cual es el camino que me va a llevar de un punto al siguiente.


¿Habrá una segunda parte de Juan Cacho o un cacho de Juan?


La habrá; ahora mismo estoy embarcado en ella. Al terminar Juan Cacho o un cacho de Juan quedaron sueltos muchos cabos en las vidas de sus protagonistas, y esta segunda parte los quiere ir, si no cerrando, al menos desarrollarlos un poco más. Y por supuesto, habrá más intriga, sexo inacabado, travestismo, persecuciones, malos entendidos, y sobre todo infinidad de aprietos para el pobre de Juan... El título no lo tengo aún muy claro. Al principio lo llamé "La Ruleta Rusa", pero por ahora va ganando "Las No Tan Vírgenes Casi Suicidas". Eso si no se me enfada la niña de Coppola.


¿Antes de que tu editorial actual te publicara, enviaste tu novela a alguna de las consideradas grandes?


A ver... La verdad, jamás pensé que podría publicar mi novela, pero muchas personas que leyeron el borrador me empujaron a que la mandara a editoriales. Total, que vas a perder. Y bueno, uno en el fondo tiene su orgullo y sus sueños, así que, qué demonios, empecé mandándola a Planeta, A Random House... a los grandes. Pero cuando recibes los manuscritos con las páginas aún pegadas por la electricidad estática de la fotocopiadora, te das cuenta de que has hecho el tonto. Así que desistí de seguir intentándolo en las grandes y pasé a las más modestas. Y una de ellas, Bohodón, se fijó en mí y... El resultado ahí está. Mucho más de lo que esperaba cuando empecé a escribirla.


¿Cómo te planteas tu futuro literario?


No he llegado a plantearme un futuro literario. Desde luego que sueño con ser un escritor famoso, con su columna en un periódico, dedicado a dar charlas a jóvenes estudiantes, e incluso a ser ese famoso que aparece de vez en cuando en alguna tertulia televisiva para darle un poco de caché a lo que no es más que un montón de excrementos. Pero escribir para mí es, ante todo, un divertimento, y si empiezo a marcarme metas, dejaré de divertirme, y ya no le cogeré el gusto a aporrear el teclado. Eso sí, estoy abierto a que Banderas haga la película. Gracias por todo, Antonio.


En tu novela utilizas mucho el tópico, la frase hecha, el retintín. ¿Es un recurso estilístico buscado?


No, no es algo que busque o que fuerce. Escribo como hablo, o como hablan los que me rodean. A veces sé que abuso de ese recurso, pero es algo que me salió así. Se lo llegué a plantear a los editores, retocar algunas partes y eliminar determinadas frases, pero no quisieron. Me dijeron que perdería parte de su frescura y, oye, ellos son los que saben, quién soy yo para llevarles la contraria. Sé que el uso del tópico o la frase hecha puede restarle algo de valor literario, pero por otro lado, usar ese lenguaje, esa manera de expresarme hace que sea más cercano, más próximo al lector. Y si es así, si es eso lo que consigo, ya te digo que no ha sido buscado, sino una feliz coincidencia.


En tu novela las mujeres tienen un papel fundamental: Amparito,Nieves,la madre de Juan, etc... ¿Pensaste en algún modelo de mujer para escribir?


Creo que las mujeres tienen un papel fundamental en la vida de cualquier hombre; nuestra madre nos marca en la niñez, en la adolescencia nos hacen perder el resuello, y en la madurez ni te cuento. Así que, como no podía ser se otra manera, las mujeres tienen ese papel en la vida de Cacho, tanto en positivo como en negativo. Y como todos los personajes que rodean a Juan, las mujeres que aparecen en la novela tienen algo de las que me han rodeado o me rodean en la actualidad. Hay alguna ex alumna, alguna que otra amiga, un par de vecinas... Lo malo es que por poco no pierdo las amistades con mi madre...

¿Cuánto de verdad hay en tu novela?


¿Cuánto es verdad y cuánto ficción? Pues a partes iguales. Me gusta contar lo que he vivido y plasmarlo, a veces de forma textual, a veces enriquecido con la fantasía de uno mismo, cambiando algunos detalles para que sea más cómico. El resto, lo que no ha sido vivido, son ese tipo de situaciones en las que te hubiera encantado estar, como la ducha con Amparito, por ejemplo. Una pena que eso no haya sido real, aunque acabara así... Hay mucha verdad, no ya en lo que sucede, sino en los personajes, en la forma en la que viven, en sus experiencias, en cómo desarrollan sus vidad cada día, en su manera de expresarse, de sentir, de echarle un par de pelotas a la vida. Ahí es donde más verdad hay.

jueves, 20 de agosto de 2009

EL SECRETO DE LA REINA PERSA DE ESTHER BENDAHAN





El secreto de la reina persa

Esther Bendahan
La Esfera de los libros, 2009
300 pag.
22 euros


El secreto de la reina persa habla de algunos episodios de Esther, mujer judía y personaje bíblico, que llegó a ser reina de Persia. Conviene tener en cuenta la especial dificultad de contar la vida de un personaje tan lejano y de cuya vida hablan textos tan antiguos como la Biblia. Bendahan sale airosa a pesar del tono general del libro un tanto ampuloso.

Varios son los relatos que nos acerca la autora. Una historia principal en la que se sigue el hilo narrativo de la vida de Esther desde su elección para acudir al palacio real hasta acabar siendo reina. Pero junto a esta historia hay otra que va surgiendo cuando parece que la primera nos va a deparar otro final. Es el relato de la persecución de los judíos persas. A ambas narraciones se le unen algunas otras pequeñas intrahistorias: la del escriba que da fé de todo lo que ocurre en el palacio, la del eunuco que cuida de Esther, etc...

La esfera de los libros nos presenta una cuidada edición. Cuidada interior y exteriormente. Un libro muy bello que acompaña un texto con párrafos de gran delicadeza, de gran sutileza narrativa. Bendaham se desliza por el texto con suavidad y lentitud. A veces con excesiva lentitud estudiando cada detalle.

De hecho, ya sólo por el título del libro sabemos que Esther está destinada a ser reina, pero eso no se produce hasta transcurrido un tercio del libro. Podría haberse ahorrado la autora algunas páginas, haber incluido menos intrahistorias que ralentizan el ritmo y menos textos de apoyo -cartas, pasajes bíblicos- que desvían la atención de la historia principal.

Trascurridas dos terceras partes del libro, éste da un giro inesperado, tan inesperado como brusco, abandonando la historia de amor que empezaba a gestarse. La acción se acelera hacia un final no imaginado, mas da la impresión de que incurre en excesiva precipitación si bien quizá la historia de amor que el texto deja morir da paso a una historia mayor que arranca de uno de los personajes -Mordejai- que ha ido apareciendo en la mayoría de los capítulos y cuya vida va necesariamente ligada a la de Esther, su prima.

La autora durante toda la narración nos va introduciendo en la historia de los judíos de Persia, en la huida de Jerusalem y, en la parte final, hace mayor hincapié en ritos y costumbres de los antiguos habitantes de Judea.

Libro recomendable para los que desean saber algo más de este personaje bíblico y para los interesados en la historia del judaísmo.



miércoles, 12 de agosto de 2009

LA TELE SOTA FRANCO.L´AVENTURA DE MIRAMAR DE RAMON SOLANES.


La tele sota Franco. L´aventura de Miramar.
Ramon Solanes
Ara Llibres,2009
174 páginas
19 euros

Ramon Solanes ha fet un inventari de records del seus temps a TVE Miramar. D'aquest inventari sorgeix el llibre La tele sota Franco: L'aventura de Miramar. El llibre constitueix bàsicament un anecdotari. Malauradament és un anecdotari que s'ha quedat vell. Potser perquè l'anècdota en sí mateixa ha perdut força amb el pas del temps, o potser perquè el llibre no aprofundeix massa i es queda en el detall. És el defecte més gran, que no ultrapassa l'anècdota .


El llibre en sí mateix és fàcil de llegir i recomanable per a qui vulgui endinsar-se en el món al franquisme i dels inicis de la televisió a Catalunya i a Espanya. Els episodis més sucosos hi són al final i, potser, és en aquesta part, que parla de Suárez i d'altres polítics de l'època, la que resulta més interessant i una mica més profunda. En definitiva, un llibre de records per a deixar testimoni d'un moment i d'unes experiències viscudes.

JUAN CACHO O UN CACHO DE JUAN DE FRANCISCO PALACIOS CHAVES


Juan Cacho o un cacho de Juan
Francisco Palacios Chaves
Bohodón ediciones, 2008
251 páginas
17,31 euros

Juan Cacho es un ser normal, con una vida normal y unos problemas normales que frecuenta a veces compañías un tanto extrañas.Ésa es la descripción más simple del libro Juan Cacho o un cacho de Juan. Pero hay mucho más, porque a Francisco Palacios se le nota que disfrutó escribiendo su novela, conformando cada uno de los rasgos de la personalidad de Juan Cacho, que es casi como su alter ego, incluso en el dibujo caricaturesco de la portada que tiene gran parecido con el propio autor.

Al leer Juan Cacho o un cacho de Juan inmediatamente tuve cerca un par de referentes. Como si Juan Cacho fuera a la vez el Wilt español. Y no menos lejana es la referencia que enseguida tuve en la punta de la lengua: cruasán. Ello gracias a que no hace demasiados años un autor desconocido triunfó con una novela denominada: Lo mejor que le puede pasar a un cruasán. Quizá porque la propuesta literaria de Francisco Palacios, andaluz y mañagueño - y eso se nota-, no se aleja demasiado.

El propósito del autor es entretener, lejos de la literatura sesuda y correosa. Palacios nos entrega una novela básicamente humorística que, sin embargo, hacia el final del libro adquiere tintes de novela policíaca.

Tras un comienzo un tanto vacilante debido a la acumulación de hilarantes descripciones y tópicos, poco a poco la novela nos va llevando a una senda cuasi policíaca sin dejar nunca el humor. Sin embargo, en ningún momento, abandona el tono general. Y eso es una virtud y hace que el lector no se sienta estafado.

Y al llegar al final todas las pequeñas microhistorias, que son algo así como una sucesión de amores de verano, concuerdan a la perfección. Por eso no se entiende que ninguna gran editorial se haya interesado por el trabajo de Francisco Palacios, pues su propuesta literaria viene que ni pintada a cualquier caluroso verano.

Lectores, a disfrutar de Juan Cacho o un cacho de Juan.

martes, 11 de agosto de 2009

LA RAÍZ ROTA DE ARTURO BAREA


La raíz rota
Arturo Barea
Ed. Salto de Página, 2009
404 pp
21,95 euros.

La editorial Salto de Página ha publicado por primera vez en España la novela del autor Arturo Barea La raíz rota. Novela que, sin embargo, sí fue publicada en el extranjero. Novela dura, de un tiempo que creíamos olvidado pero que vuelve a nuestra memoria con palabras reencontradas: estraperlo, beatería, clandestinidad, miseria, dictadura... Palabras que han formado parte de las vidas de una generación perdida. Palabras que Arturo Barea coloca con eficacia en una historia que araña el corazón, que desgarra por dentro. Es el autor un maestro en el perfil psicológico de los personajes, en los que ahonda hasta descubrir su esencia, sus defectos, incluso las debilidades, su raíz rota.

Es la narración de Barea una narración sin contemplaciones, sin sutilezas, de verdades inmutables, de traiciones, de miseria moral. Es quizá esta expresión la que mejor dibuja el lugar en el que se mueven todas esas vidas. Vidas que transcurren buscando medios de subsistencia en una sociedad podrida donde las apariencias importan más que la propia existencia.
El autor traza un recorrido por la posguerra española sin olvidar un detalle. No es una historia de vencedores ni de vencidos, tampoco una historia en la que la superioridad moral de un bando sea un trazo relevante. Barea descubre miseria entre falangistas y entre comunistas. Miseria en la delación y miseria en la clandestinidad.

Si hay que achacar algún punto negro, señalaría la escasa consistencia de una relación de amor entre el protagonista, Antolín, un refugiado de la República que retorna a España diez años después del fin de la guerra, y Conchita, una mujer que se gana la vida entre milagros y santerías. No es un detalle relevante en esta historia, porque, en realidad, lo importante no son siquiera los personajes. El personaje más cimero es el ambiente decadente y mísero. Un personaje que sería como aquel mar que Unamuno dibujaba en Tulio Montalbán y Julio Macedo. Un ser inanimado con vida propia, con voz propia. Así, en esta tesitura, el libro La raíz rota se revela como imprescindible para comprender ese período histórico que tan olvidado ha sido durante largo tiempo y que ahora adquiere relevancia con la Ley de la Memoria Histórica. Pero lejos de esto, además es fundamental para el conocimiento de los que no vivieron esa época, de los que sólo han oído hablar del estraperlo o de la clandestinidad a sus abuelos. Historias de abuelos convertidas en novela, gran novela de Arturo Barea. Porque dentro de esa generación "todos tenemos las raíces rotas"

ESTANCOS DEL CHIADO DE FERNANDO CLEMOT


Estancos del Chiado
Fernando Clemot
Paralelo sur ediciones,2009
196 páginas
10 euros.

Para leer algunos de los libros que se editan actualmente no hace falta nada, ni siquiera interés. Algunos se leen en un continuo pasar de hojas en el que uno puede saltarse frases sin que el resultado final quede alterado. Para leer el libro de Fernando Clemot, Estancos del Chiado, uno debe preparar el espíritu, debe tener esa rara disposición que sólo poseen los que abren los libros para releer una línea o un párrafo. Porque la lectura de Estancos del Chiado debe ser una lectura pausada, línea a línea, palabra a palabra, degustando cada adjetivo tanto como cada verbo.

Es el lenguaje de Clemot un lenguaje depurado, que busca el término exacto pero, a la vez, que se deleita con las sonoridades, con las letras, con las palabras... Fernando es, evidentemente, un constructor de historias, un artesano del cuento. Perfecto conocedor de los tiempos en que se desarrollan las acciones, recorre las historias con la intensidad precisa procurando nunca defraudar, incluso cuando alguna vez se puede intuir el final del relato (Cazadores de ganado). No es extraño que con semejantes habilidades, Clemot haya ganado tantos premios.

El autor divide el libro en tres partes: Mitologías, El jardín de la memoria y Ocasos.

Son los que conforman la última parte, los cuentos cuya redacción es más sencilla, historias en las que el autor va tirando del hilo desde la anécdota hasta llevarnos a un inesperado desenlace. Son cuentos para leer de un tirón pero que dejan poso. El poso de la reflexión que invita a una posterior relectura. Y, sin embargo, hay una excepción. El primero que constituye esta serie, Levante , es un cuento que, en sí mismo, esconde el más terrible de los secretos. Un secreto al que el autor nos va llevando lentamente, iluminándonos el camino hasta mostrarnos el panorama en un final absolutamente desasosegante.

La primera parte, Mitologías, me remite a la redacción del mito que hacía Roland Barthes en Mitologías. Fernando Clemot convierte en personaje a Eça de Queiroz en un relato, Una dame sans merci, acercándose a los cuentos de Poe. Juega con la historia en el relato Orgullosamente apasionado , a veces con la capacidad de alterarla o de gestar una ucronía.

En la segunda parte, El jardín de la memoria, Fernando Clemot habla del recuerdo. Un recuerdo a veces cercano, El verano del cortapichas, Bautizos de primaveras pasadas. Otras veces el recuerdo nos remite a un lugar, a Lisboa, como el relato que da título al libro, Los estancos de Chiado. Incluso se atreve a investigar sobre su propio origen.¿Cuánto habrá de fantasía y cuánto de realidad en esa historia?. En definitiva, si la lectura pausada, si la lectura que deja poso, si la lectura de un libro que hace reflexionar les seduce, lean a Fernando Clemot. Lean Estancos del Chiado.